permitir la gestión remota de edificios y sistemas de energía. Por ejemplo, sensores pueden monitorear y controlar el consumo de energía en edificios, ajustando la iluminación y la calefacción automáticamente para maximizar la eficiencia energética. • Energía renovable: La tecnología ha permitido un gran avance en la producción de energía renovable, lo que ha ayudado a reducir la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero. Las tecnologías solares y eólicas, por ejemplo, han experimentado una reducción significativa en los costos de producción, lo que las ha convertido en opciones viables para muchos hogares y empresas. • Inteligencia artificial: La inteligencia artificial se puede utilizar para optimizar el uso de recursos y reducir el desperdicio. Por ejemplo, la IA puede ayudar a predecir la demanda de energía y a ajustar la producción en consecuencia, lo que ayuda a reducir los costos y las emisiones de gases de efecto invernadero. • Tecnologías de gestión de residuos: La tecnología puede ayudar a mejorar la gestión de residuos, reduciendo su impacto ambiental. Por ejemplo, la tecnología de separación automática de residuos puede separar y clasificar los residuos, lo que facilita su reciclaje y minimiza la cantidad de residuos que terminan en vertederos. • Software sostenible: El desarrollo de software sostenible puede ayudar a reducir el impacto ambiental de la tecnología. El software sostenible utiliza prácticas de desarrollo que minimizan el consumo de recursos, reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y mejoran la eficiencia energética. Por ejemplo, se puede reducir el consumo de energía mediante la optimización del código, la gestión del uso de recursos y la implementación de prácticas de desarrollo sostenibles.