Hace millones de años, un meteorito devastador impactó la
Tierra, extinguiendo la vida en la superficie pero dejando a
un grupo de criaturas prehistóricas refugiadas en el
subsuelo.
A lo largo de milenios, estas criaturas evolucionaron,
creando un mundo oculto.
Entre ellos se encontraba Arkhos, una criatura única que
albergaba en su cuerpo piedras de energía formadas durante el
impacto del meteorito.
Mientras que la humanidad florecía en la superficie,
empezaron a entrar rayos de luz en las civilizaciones
subterráneas. Haciendo así que Cynara, una criatura curiosa,
saliera del subsuelo para observar a los humanos, fascinada
por su capacidad para crear y destruir.