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La Mona Lisa de Leonardo da Vinci

La Mona Lisa de Leonardo da Vinci

Las principales claves para una interpretación de La Mona Lisa de Leonardo da Vinci. Obra imprescindible del Renacimiento en el Museo del Louvre de París, Francia.
Conoce las características de una de las pinturas más famosa del mundo.

Rigoberto

July 01, 2021
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Transcript

  1. La Mona Lisa, La Gioconda ¿Quién es? Siempre se ha

    llamado Mona Lisa, es decir, la Madona Lisa di Antonio María Gherardini, mujer del adinerado florentino Francesco del Giocondo, quien en 1503 encargó a Leonardo da Vinci un retrato de su joven esposa. Sin embargo existen algunas dudas residuales sobre si Leonardo, siempre tan inconstante, terminó el encargo... Es probable que lo que empezó como el retrato de la esposa de un noble acabara siendo mucho más: la imagen de Leonardo da Vinci de la belleza perfecta en el mundo occidental.
  2. Leonardo Da Vinci (1452 - 1519) Pintor, escultor, arquitecto e

    ingeniero, Leonardo (Leonardo di ser Piero da Vinci) fue el talento más polifacético del Renacimiento. Sin embargo, debido a la diversidad de su genio llegó a completar pocos cuadros capitales. Sus ingentes dibujos en los que combina la precisión científica con el poder de la imaginación, reflejan la extraordinaria amplitud de sus intereses que abarcan la biología, la ciencia, la fisiología,la hidráulica y la aeronáutica. Inventó el primer tanque e incluso diseñó una máquina de vapor. Un verdadero genio.
  3. Una pintura famosa a nivel mundial “La Mona Lisa” de

    Leonardo es uno de los cuadros más famosos del mundo. Se muestra en el Museo del Louvre de París protegido por cristales a prueba de balas. La pintura sorprende por su pequeño tamaño, y sin embargo, durante cinco siglos ha inspirado poemas, canciones, cuadros, esculturas, novelas, películas, fábulas, rumores, falsificaciones y robos, y su rostro aparece en incontables anuncios por todo el mundo. Cuando fue vista por primera vez se creyó que aportaba al arte de la pintura una nueva dimensión de la realidad. El pintor y biógrafo Giorgio Vasari dijo: “La boca, unida a los tonos carnosos del rostro por el rojo de los labios, parecía carne viva antes que pintura…Fijando la mirada en la garganta podría jurarse que le latía el pulso…” La pose informal y distendida de Mona Lisa fue una de las innovaciones de este retrato, comparado con el cual todos los anteriores parecen envarados y artificiales.
  4. La expresión del alma humana ¿Expresan los ojos de Mona

    Lisa, como suele decirse, una sabiduría ultraterrena? El propio Leonardo describió el ojo como la “ventana del cuerpo humano que, reflejo del mundo, le abre paso y le brinda su belleza, merced a la cual el alma está contenta de permanecer en su humana prisión”.
  5. Retrato sin cejas La explicación más probable es que Leonardo

    da Vinci las puso como toque final sobre la pintura del rostro, ya seca, pero en la primera limpieza (quizá en el siglo XVII) el restaurador usó un disolvente inapropiado y las borró para siempre.
  6. La vestimenta El vestido presenta un complejo bordado de lazos

    y nudos, motivos que siempre fascinaron a Leonardo y que han tratado de interpretarse con las teorías más ingeniosas. Sigue siendo un misterio si este motivo tiene algún significado, lo que encaja bien con el espíritu de Mona Lisa.
  7. Paisaje imposible Fijando la mirada se aprecian dos paisajes de

    fondo. El horizonte del paisaje de la derecha, más alto, ofrece una vista de pájaro sobre el conjunto y no hay modo de enlazarlo con el de la izquierda, cuya línea de visión está a inferior altura. El punto de encuentro entre ambos paisajes queda oculto por la cabeza de Mona Lisa. La única señal de la presencia humana son los caminos y el acueducto. Es un paisaje que, aunque inhóspito, sugiere las fuerzas elementales de la vida.
  8. La sonrisa… Incógnita eterna Jamás se sabrá con certeza qué

    secreto esconde la sonrisa de Mona Lisa pero los dos paisajes tienen algo que ver. El de la izquierda arrastra la mirada hacia abajo y el de la derecha hacia arriba, forcejeo visual que se conjunta en la mitad del cuadro y hace que el ojo vea en las comisuras de los labios un atisbo de abierta sonrisa.
  9. Contornos difuminados: El esfumato Los rizos que caen sobre el

    hombro derecho de Mona Lisa se funden con los afloramientos rocosos, de igual manera que los diáfanos pliegues del encaje que la cubre el hombro izquierdo se prolongan en las líneas de un lejano acueducto. La conjunción de los contornos borrosos con el misterioso fondo crea ambigüedad e ilusión de movimiento, lo que confiere al cuadro su inquietante sensación de vida.
  10. Unas manos delicadas Obsérvese el bello modelado de las manos,

    una de las muchas proezas del cuadro. Su completo relajamiento acentúa la tranquila majestad de la persona retratada.
  11. Las columnas Esta forma no cumple ninguna función aparente, y

    hay otra en el extremo opuesto del cuadro. Ambas prueban, sin embargo, que la pintura estuvo en su día rodeada de columnas a ambos lados para representar la ilusión de que Mona Lisa estaba sentada en una logis (lugar de reunión de los francmasones). Al cortarse la tabla por los lados se perdieron las columnas.